La empresa estadounidense ofreció este 21 de febrero una conferencia de prensa donde aseguró que, tras encargar a una firma de abogados la revisión de los contratos establecidos con Pemex y exhibidos por MCCI y Latinus.
Por instrucciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, el informe de la empresa Baker Hughes se turnará a las autoridades federales para que se integre a la investigación por un supuesto conflicto de interés entre el hijo del mandatario, Pemex y la compañía.
El director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero Oropeza, informó que recibió los resultados de la auditoría que hizo Baker Hughes para descartar que incurrió en un conflicto de interés con el Gobierno mexicano.
“Por instrucciones del presidente de la República, el licenciado Andrés Manuel López Obrador, [el director general de Pemex] afirmó que lo pondrá inmediatamente a disposición de la Fiscalía General de la República para los efectos legales correspondientes”, detalló la paraestatal en un comunicado.
La empresa estadounidense ofreció este 21 de febrero una conferencia de prensa donde aseguró que, tras encargar a una firma de abogados la revisión de los contratos establecidos con Pemex y exhibidos por MCCI y Latinus, no encontró conflicto de interés con la petrolera.
“Por su parte, Bob Pérez, presidente de Baker Hughes México y Latinoamérica, precisó que tras una revisión que hizo el despacho de abogados R. McConnell Group, sobre los contratos que se han tenido con Pemex y que han sido referidos por algunos medios, no se encontró conflicto de interés ni nada irregular”, se lee en el comunicado.
Horas antes de que se diera a conocer este informe, la Fiscalía General de la República de México (FGR) abrió una carpeta de investigación por presuntos actos de corrupción relacionados con los contratos que entregó Petróleos Mexicanos (Pemex) a la empresa Baker Hughes, luego de revelarse que uno de sus exejecutivos rentó una casa a José Ramón López Beltrán, hijo del presidente de México.
La investigación se da como parte de las denuncias que se interpusieron después de que se diera a conocer que López Beltrán vivía en Houston, Texas, en una casa que su pareja, Carolyn Adams, rentó a Keith Schilling, exdirectivo de Baker Hughes, empresa que tiene contratos vigentes con Pemex.