Si estos residuos fuesen procesados de manera adecuada también se podrían transformar en energías limpias, como el biogás y el biometano, fundamentales para la transición energética.
Biomak es una tecnología española que es capaz de darle una segunda vida a los residuos orgánicos urbanos, transformándolos en biomasa que puede ser fuente de biogás y biometano.
Más del 40% de los residuos que generamos son orgánicos y terminan en vertederos o incinerados. Sin embargo, ante esto la normativa europea es tajante, y establece que se deberán de reciclar al menos el 65% de estos residuos en 2035. Asimismo, será obligatorio, a partir de 2023, que todos los países de la UE implanten la recogida selectiva de materia orgánica.
Esto supondrá un gran desafío para España, ya que el principal sistema de gestión de residuos orgánicos es el vertedero, el cual genera aproximadamente el 3% de las emisiones globales de efecto invernadero.
Optimizar el proceso de reciclado
Con la aplicación de este tratamiento convencional, se está desaprovechando gran parte del potencial energético que los residuos orgánicos poseen. Si estos residuos fuesen procesados de manera adecuada, no solo se conseguiría evitar su impacto negativo para el medioambiente, sino que también se podrían transformar en energías limpias, como el biogás y el biometano, fundamentales para la transición energética.
Este es el objetivo de la tecnología patentada por la compañía tecnológica Econward, a partir de Biomak, un sistema que transforma los residuos orgánicos en biomasa homogénea, higienizada y con múltiples usos, tanto en el proceso de reciclaje como en la generación de energías renovables, como el biogás y el biometano.
“Las pruebas que hemos realizado en nuestra planta de demostración, que está en funcionamiento en Rivas-Vaciamadrid, nos han demostrado que, aplicando esta tecnología, se podría recuperar más del 90% de la materia orgánica que entra en una planta de tratamiento de residuos. Asimismo, una planta de residuos municipales que utilice nuestra tecnología, al menos, será capaz de duplicar su producción en biogás”, explica Alberto Tuñón, director comercial de la compañía.
Así se transforman los residuos orgánicos en biomasa
Biomak está destinada al tratamiento de los residuos orgánicos urbanos, procedentes preferiblemente del contenedor marrón o gris. Cuando estos residuos llegan a la planta de tratamiento, el sistema les somete a un proceso de hidrólisis térmica, que consiste en aplicar vapor de agua a presión y temperatura a los residuos con el fin de modificar sus propiedades físicas y químicas.
“El problema es que los residuos urbanos son muy heterogéneos, contienen muchos materiales impropios y patógenos que dificultan su tratamiento. Por eso, es muy importante que los residuos estén correctamente higienizados”, agrega Tuñón.
A través de este proceso, se produce un nuevo material: una biomasa homogeneizada, higienizada y bio-termo-estabilizada, que permitirá producir, con mayor calidad, una mayor cantidad de biogás en el siguiente proceso, la digestión anaerobia, un proceso en el cual microorganismos descomponen material biodegradable en ausencia de oxígeno.
Gracias a que el proceso de hidrólisis térmica reduce el tamaño de las partículas orgánicas, se puede realizar, posteriormente, una separación más eficiente de los materiales no orgánicos, lo que permite seleccionar aquellos residuos con más carga energética y desechar aquellos que no se han reciclado correctamente, como plásticos o pequeños envases.
“Una planta de tratamiento mecánico-biológico tradicional suele recuperar en torno al 10% de material reciclable, pero la mayor parte de la materia orgánica que llega acaba siendo desaprovechada. Sin embargo, aplicando la tecnología de Biomak hemos obtenido resultados del 98% de recuperación”, afirma Alberto Tuñón.
Biomak tiene la capacidad de procesar hasta ocho toneladas de residuos por hora. Sin embargo, lo innovador de esta tecnología no es el proceso que utiliza, sino la poca energía que consume para llevarlo a cabo. “Es un sistema semicontinuo, esto significa que la energía que utiliza en el primer proceso de tratamiento es utilizada de forma continua. Esto hace que por cada unidad de energía que consume sea capaz de generar siete unidades de energía limpia”, explica el director comercial de Econward.
Por el momento, Biomak no cuenta con una referencia comercial, pero la compañía están trabajando para que las empresas y las Administraciones Públicas introduzcan su tecnología en las plantas de tratamiento. Además, busca crear conciencia social en la ciudadanía porque cree que es el primer paso para que el reciclaje de los residuos orgánicos adquiera la importancia y el tratamiento adecuado en el futuro.