La Comisión Reguladora de Energía de México (CRE) inició un proceso sancionatorio contra la empresa española a la que acusa de vender energía eléctrica de manera irregular.
El órgano regulador acusa a la firma española de violar el artículo 36 de la Ley de Servicio Público de Energía, el cual prohíbe “vender, revender o por cualquier acto jurídico enajenar capacidad o energía eléctrica, salvo en los casos previstos expresamente”.
Específicamente, la CRE señala a la planta Dulces Nombres, ubicada en el municipio de Pesquería, en Nuevo León, de proveer de manera irregular energía eléctrica a los socios con los que Iberdrola consiguió un permiso de autoabastecimiento en 2002.
Este mecanismo permite la generación de energía eléctrica entre un grupo de personas físicas o morales, pero con la restricción de que no se podrá vender energía eléctrica a terceros. En este modelo operan dos figuras: los socios que aportan el capital y otros que firman contratos de compra de energía, figura que, de acuerdo con la CRE, se trata de una venta ilegal de energía eléctrica.
De acuerdo con la investigación del regulador mexicano al que tuvo acceso El País, son 44 empresas las que estaría comprando energía eléctrica a Iberdrola, entre ellas, Kimberly Clark, Cemex, Ternium, Minera Autlán y Cervecería Cuauhtémoc.
Medios como Animal Político estiman que, en caso de hallar a Iberdrola culpable, la CRE podría imponer una multa de más de 8.000 millones de pesos (400 millones de dólares), sanción que se obtiene de multiplicar por 100 la Unidad de Medida y Actualización (UMA) vigente por cada KW que se vendió ilegalmente.
Aunque Iberdrola no ha dado un pronunciamiento oficial sobre el proceso de investigación, ha tratado, sin éxito, de cambiar el permiso de autoabastecimiento, solicitud que ha sido rechazada cuatro veces por la CRE.
El pasado 31 de enero se terminó el contrato de servicio de Dulces Nombres, luego de que el amparo que tramitó el 5 de enero ante un juzgado de Nuevo León fue rechazado argumentando falta de competencia.