Complicado el 2022, pero sin llegar a estanflación, señala el Colegio de Economistas de BC.
Presiones inflacionarias externas y la escasez de productos por la pandemia dan poco margen de maniobra; no endeudarse y apretarse el cinturón recomienda el presidente del organismo
El presidente del Colegio de Economistas de Baja California, doctor Ismael Plascencia López, advirtió que, “sin llegar a la hiperinflación y mucho menos a la estanflación”, el panorama económico de México para este 2022 será complicado, por lo que recomendó evitar el endeudamiento y seguir apretándonos el cinturón.
Dijo que el país resentirá los efectos de una inflación provocada por la emisión de dinero en Estados Unidos (una cifra equivalente al 25% del circulante total de la vecina nación durante el 2021) y que muy probablemente el gobierno del presidente López Obrador será un sexenio perdido en donde no habrá un crecimiento positivo en la economía, pero nos damos por bien servidos con que no caigamos más.
El también director de la Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Autónoma de Baja California, comentó que durante el gobierno del presidente Zedillo, hace cinco sexenios, se estableció que México debía tener un crecimiento económico anualizado del 6 por ciento, lo que implicaba la generación de 1 millón de nuevas fuentes de empleo por año.
Sin embargo, debido a la pandemia en el 2020 caímos 9 escalones, que representan una caída de 9 puntos porcentuales en el Producto Interno Bruto. Durante el 2021 se tuvo un crecimiento del 3 por ciento, que indica que se revirtió la tendencia negativa, pero sin llegar a salir del hoyo. “Sólo subimos 3 de los 9 escalones que habíamos caímos al inicio de la pandemia, pero todavía seguimos 6 puntos por debajo de lo que estábamos antes de la emergencia sanitaria”, explicó.
Un crecimiento de la mitad de lo previsto (sólo 3%) representa la generación de sólo 500 mil empleos anuales más las fuentes de trabajo que en años anteriores se han dejado de crear, lo que no obstante no implica que las personas se queden sin comer, sino que se van a la economía informal que ya representa en la actualidad el 55% de la actividad económica del país que no genera impuestos ni proporciona seguridad social.
Plascencia López afirmó que afortunadamente el gobierno mexicano, contrario al norteamericano, no ha caído en la tentación de emitir más dinero, lo que aligera la situación complicada de la economía; empero señaló que se ha ido por el lado del endeudamiento y esto puede ser riesgoso si la economía mundial incrementa las tasas de interés, pues esto implicaría que el costo del dinero se dispararía aumentando con ello la deuda de México.
El presidente del Colegio de Economistas de Baja California indicó que los gobiernos tienen tres fuentes de financiamiento: uno el incremento de impuestos lo cual es una medida impopular, dos el endeudamiento y tres, la emisión de dinero, situación que provoca inflación pues al no existir el respaldo de más bienes y servicios, el valor del dinero se diluye.
Reiteró que durante el 2022 México tendrá una presión inflacionaria por la emisión de dólares por parte del gobierno norteamericano, medida que implementó para estimular su economía durante el año pasado, y debido también al comercio internacional que mantiene el vecino país del norte. Si los nuevos billetes se quedaran allá, la inflación se la “tragarían” ellos, pero como sus residentes mandan remesas a otros países, importan bienes y servicios de otras naciones y realizan turismo en otras latitudes, este año estarán “exportando” su inflación.
Aparte, la escasez de bienes y servicios también provoca inflación, y a nivel mundial ha habido escasez, por ejemplo de microchips, por la alta demanda de computadoras, teléfonos celulares, internet, etcétera, debido al trabajo y las clases en casa por el Covid-19. Es a tal grado la escasez de esos componentes electrónicos que se retrajo la producción en el sector automotriz, pues los motores, tableros de control, bolsas de seguridad y otros componentes de los vehículos llevan microchips, además de que, en el caso de Baja California, la lejanía con los centros de producción de básicos está provocando escasez y por ende presiones inflacionarias.
El doctor Plascencia López manifestó que durante el año pasado México tuvo una inflación del 7.5 por ciento (en Estados Unidos fue de alrededor del 6%) y destacó que como en años pasados los criterios en la medición del índice de precios al consumidor se volvió más riguroso, pareciera catastrófica la situación, pero aún es manejable.
Explicó que antes se consideraba una inflación moderada cuando se situaba entre 1 y 5 puntos porcentuales; hoy el parámetro es entre 1 y 3 puntos porcentuales, más de 3 implica que se está saliendo de control, más del 10% se considera en descontrol y más de tres dígitos (del 100% hacia arriba) es hiperinflación, que es cuando el valor de los productos se duplica de un año a otro.
Afortunadamente, dijo, no estamos en esa situación como sí lo estuvo Alemania antes de la Segunda Guerra Mundial, como lo estuvo Zimbawe y otras naciones del mundo, y como lo está actualmente Venezuela debido a la emisión recurrente de dinero.
México, recordó, estuvo en una situación parecida hace poco más de 30 años, en los gobiernos de López Portillo y Miguel de la Madrid cuando alcanzamos la cifra anual de inflación del 97%, después de varios años de 60 y 80%. Afortunadamente logró revertirse esta tendencia en base a los Pactos de Solidaridad Económica que se hicieron en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari y en los que no había aumentos salariales ni de precios en tanto que el gobierno aplicaba una austeridad rigurosa en su presupuesto.
El presidente del Colegio de Economistas de la entidad dijo que el 2022 no será catastrófico pero sí complicado y por ello la recomendación para la sociedad, para la pequeña empresa y para todos es evitar el endeudamiento, porque las tasas de interés de las tarjetas de crédito, hoy entre un 35 y 40% anual, se puede ir hasta el 70%, y lo mismo ocurriría con los demás instrumentos financieros.
Dijo que en la medida de lo posible se debe ahorrar, pero si no se puede, con no endeudarnos, con no caer en la tentación de adquirir ropa u enseres con la tarjeta de crédito y utilizar este instrumento crediticio sólo para emergencias, ya estaremos protegiéndonos, en tanto esperamos que las cifras de la economía previstas por el gobierno se cumplan durante los siguientes tres años que le restan al presidente Andrés Manuel López Obrador.